Armagnac y coñac: ¿por qué el armagnac merece un lugar de elección?

Cuando pensamos en bebidas espirituosas francesas de fama mundial, el coñac suele recibir la mayor atención. Sin embargo, otro tesoro escondido, el Armagnac, merece igual, si no mayor, reconocimiento por su riqueza, historia y complejidad. En este artículo profundizaremos en los matices que distinguen al armagnac del coñac y descubriremos por qué el armagnac merece un lugar especial en el corazón de los amantes de las bebidas espirituosas.

Origen y terruño

Cognac: Cognac toma su nombre de la ciudad de Cognac, ubicada en el departamento de Charente en el suroeste de Francia. Su región de producción se divide en seis zonas principales: Grande Champagne, Petite Champagne, Borderies, Fins Bois, Bons Bois y Bois Ordinaires.

Armagnac: Situado más al sur, el Armagnac proviene principalmente de la región de Gascuña, que abarca los departamentos de Gers, Landas y Lot-et-Garonne. Su región de producción está segmentada en tres zonas: Bas-Armagnac, Haut-Armagnac y Ténarèze.

La diferencia de terruño influye en el perfil de sabor de los dos licores, y el Armagnac suele ofrecer notas más robustas y rústicas en comparación con el Cognac.

Proceso de destilación

Una de las diferencias más notables entre ambos es su método de destilación.

Coñac: Destilado dos veces en alambiques de cobre Charentais, lo que le da una textura más ligera y suave.

Armañac: Generalmente se destila una vez en un alambique de columna, lo que produce un licor más rico y potente en el paladar.

Envejecimiento

El armañac suele envejecer más tiempo que el coñac, lo que contribuye a su carácter profundo y aromas complejos. Además, el armañac normalmente se almacena en barricas hechas de roble negro local, que dotan al licor de notas distintivas de ciruela pasa, higo y nuez.

Diversidad y singularidad

Aunque el coñac es reconocido mundialmente, el armagnac ofrece una mayor variedad en términos de perfiles de sabor y texturas. Cada productor de Armagnac tiene su propio enfoque, lo que da como resultado una multitud de bebidas espirituosas únicas que reflejan el terruño, el conocimiento y la pasión de la región.

Conclusión

Mientras que el coñac goza de un merecido reconocimiento mundial, el armagnac, con su riqueza, profundidad y diversidad, merece tanta atención, si no más. Para los amantes de las bebidas espirituosas que buscan una experiencia auténtica y única, Armagnac ofrece una experiencia de degustación inigualable que trasciende el tiempo y la historia.